domingo, 8 de enero de 2012

Y tratar de ayudarte

Es un tanto extraño que alguna vez, en este blog, ahora mismo siendo un día lunes escribiese algo así como ahora. Una experiencia vivida en un mundo de imágenes e inmadureces la cual me involucre nostálgicamente con...esto.
Tonos marrones que atraviesan mi iris, es un pedacito de recuerdo fresco que me encuentra desapercibido en el camino hacia los rayos multicolores de luz. No necesitaba el peso de mis piernas ni la conciencia de parar de reír cuando algo ya había pasado de gusto, solo se acercó ese pedazo de cielo mental y ahí estaba yo...sin nada más que hacer, recostado e infestado del humo.
Cuando al caminar asecho su momento de privacidad...Algo raro pasó. Un simple recuesto en el pasto seco me hizo verlo todo más claro, pero aún aturdido. No he recordado el mismo momento de esta manera tan épica e importante para mí nunca. Simplemente ha sido una de mis obligaciones para no caer otra vez. Ver todo con detalles, los sabores, la voz, sus caricias y sus brillantes uñas. Todo tan hiperrealista como mis sueños.
Es una distorsión clara, sin interponerse ni sobreponerse sobre ninguna otra, es lo más entendible que lo resume un abrazo y una alegría corta pero que al menos valga la pena. Ya no me importaría quizás dejar de lado lo que siento...solo me dejo llevar por las fragancias y la frecuencia con la que me atacan. Simplemente es todo esto, absolutismo detenido en un nudo de pelo.
Ahora...quisiera volver a verla como lo era siempre antes. Supongo que el primer problema sacó mucho sabor a lo nuestro pero aún así, la transferencia de emociones es aún más fuerte y más grata...ahora ya sabremos quienes somos y como seremos siendo nosotros mismos.

Milagros en Invierno

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