Generalmente, para deshacerme de las personas que me dañan, les busco un pretexto decepcionante para calcular egocéntricamente que a lo mejor pudo doler de buena manera; a que simplemente llorase por las puras.
Esto es totalmente inverso y distinto. Solo quería destruir mis torbellinos y consumirme en el inevitable nuevo Yo que construí a través de ti, pues pensé que eras eso y mucho más. Pero simplemente me decepcionaste inconscientemente. En vez de regocijarme en tu inocencia perpetua, chocaba demasiadas veces con tu inmadurez. Tan predecible como asegurándome al decir que te gusta una imagen de mi, no yo.
Me hiciste darme cuenta de lo imposible. Que construir un castillo de cartas con alergia no sirve. Mi amor imposible, la dueña de esta nueva costumbre, el destello repentino de su insufrible belleza superficial atravesando mi iris; el candor eterno de su belleza interior, rompiendo mi fuerza y haciéndome imaginar momentos perfectamente lejanos e impasables. Como espejismos en el vacío de la cuestionable y tenue sensibilidad.
A pesar de las hermosas palabras y elogios que resultan de una pelea irónica con un amigo, las creí ciegamente (Nótese que no cabe coherencia alguna en las últimas dos líneas).
Ahora me sitúa el vacío en el medio de una ruta de un sentido. Sin molinos vivos ni señales fantasmales.
He llorado, quizás por todo lo que me he quitado al no decirle Basta. Ya sea tan mínimo como perder más amigos aquí o dejar de salir por las noches, a ya no poder mostrarme orgullosamente en mis inquietudes sin cambiar mi auto criticable desempeño al explayarme así..como ahora.
Me encantaría en cierto modo, saber qué es lo que piensas actualmente:
-Si la música ya no me inspira como antes.
-Si mi manera de vestir ya se funó.
-Si aún guardé algo de ánimos de verte, ya teniendo una pseudo vida formada acá.
-Si prefiero descargar un juego a que seguir leyendo los Cazadores de Sueños.
-Si aún leo y felicito tus entradas.
-Si de verdad lo que publico o me publican.. soy yo.
-Si ya soy un caso perdido.
-Si escucho otras bandas en comparación con antes.
-Si me obsesiono escribiendo porque así quiero demostrarte/impresionarte cómo soy.
-Si opto por reir en vez de analizar.
ETC!
No recuerdo cuán relajante es hacer esto. Pero lo que me incumbe ahora es en autosuperarme y alejarme de la estética de esto.
No quiero dejar de alimentarme de mi, ni dejar que las incoherentes y bajoneadoras entonaciones se apaguen. No quiero dejar mis vicios ni perder la libertad de poner todo lo que quiera, porque me harté de las indirectas imposibles dentro de algún pedacito de anhelo desperdiciado ni tomado en cuenta por nadie.
Quiero verte, y demostrarte como en un rompecabezas, puedes ser buena como siempre ya que yo apesto (Sí, aún recuerdo eso).
En síntesis, no quiero dejar de ser yo para que me vea. Volveré a criticarme con gusto si es necesario.Y si es posible, pasaré toda mi vida pensándola utópicamente.
¿Cómo soportar tu larga ausencia?
Soñándote.
Soñando tu alma,
Soñando tus ojos,
soñando tu cuerpo
tus caricias también,
¿Cómo soportar tu eterna ausencia?
¡Amándote!
Dato curioso: Su cabello aún me mata.
- Ellos ya no querrán más?
- Volverán, pero no por ti de nuevo, pero dime más.
- Saben que confías en esos viejos presagios y las metáforas trilladas las presentas ante lo que sea.
- Pero, volverán a pisar nuestro entorno más fuerte de lo que pisamos nosotros?
- Mi corazón no dejará de latir aún si pisan más fuerte que antes. Tomemoslo con calma y volvamos adentro.
Es un tanto extraño que alguna vez, en este blog, ahora mismo siendo un día lunes escribiese algo así como ahora. Una experiencia vivida en un mundo de imágenes e inmadureces la cual me involucre nostálgicamente con...esto.
Tonos marrones que atraviesan mi iris, es un pedacito de recuerdo fresco que me encuentra desapercibido en el camino hacia los rayos multicolores de luz. No necesitaba el peso de mis piernas ni la conciencia de parar de reír cuando algo ya había pasado de gusto, solo se acercó ese pedazo de cielo mental y ahí estaba yo...sin nada más que hacer, recostado e infestado del humo.
Cuando al caminar asecho su momento de privacidad...Algo raro pasó. Un simple recuesto en el pasto seco me hizo verlo todo más claro, pero aún aturdido. No he recordado el mismo momento de esta manera tan épica e importante para mí nunca. Simplemente ha sido una de mis obligaciones para no caer otra vez. Ver todo con detalles, los sabores, la voz, sus caricias y sus brillantes uñas. Todo tan hiperrealista como mis sueños.
Es una distorsión clara, sin interponerse ni sobreponerse sobre ninguna otra, es lo más entendible que lo resume un abrazo y una alegría corta pero que al menos valga la pena. Ya no me importaría quizás dejar de lado lo que siento...solo me dejo llevar por las fragancias y la frecuencia con la que me atacan. Simplemente es todo esto, absolutismo detenido en un nudo de pelo.
Ahora...quisiera volver a verla como lo era siempre antes. Supongo que el primer problema sacó mucho sabor a lo nuestro pero aún así, la transferencia de emociones es aún más fuerte y más grata...ahora ya sabremos quienes somos y como seremos siendo nosotros mismos.
Milagros en Invierno
Las palabras comienzan a derretirse sin voz ni habla, y aún así critican a la gente. Devastan con morbo la soledad e inocencia de los sentimientos mal habidos, y mientras me he vuelto a sentar en silencio sonámbulo incandilándome con esta siniestra y dulce luz.
Ya al recaer en la simple y virtuosa, pero a la vez errónea imagen que me persigue y rodea, con sus incansables fauces y mentiras, drena mis antiguas características.
Pues hoy es un buen momento de dejar que ciegamente los versos me jueguen en contra...una vez más. Estoy siendo obligado a demostrar lo que nunca existió. Estoy obligado a apuntar a quien ya se ha levantado y marchado. Estoy siendo obligado a tener que escribir esto oscuramente para reprimir mis ansias de suspirar y marcharme para volver...y solo volver.
Me es inevitable hasta en sueños sentir el deseo de volver a poner mis pies sobre el anaranjado recuerdo nostálgico. De depender de los suaves acordes de su voz color vino tinto y su mirada de sepia paisaje, y alimentar mi espíritu al volver a leer esto. Pero aún necesito la valentía de retomar el lápiz, y trazar...las incongruentes y apasionadas figuras que eran resultado de las lágrimas y la calma junto al fuego que enciende mi relajo.
En una manera más vulgar, mi persona es como lo que quiero ser aquí, pero yo solo quiero ser esos recuerdos. Quiero ser un levante de cejas, o un soplo de viento sin afeitar que recorra mi infancia y próxima pubertad. Quizás, siendo aquí donde nada florecerá ni cambiará, podré seguir transcurriendo este sendero de los grandes.
A veces vuelo alto sobre el azul celestial, cuando el entristecido y saturado aire concede a bailar mi pelo y a acariciar mi rostro con humo y viejas conversaciones.
Son tantas las desorganizadas y acopladas ideas que atormentan este espacio y asesinan el ancestral sustento que yo mismo creé. Pero era tanto el peso que sobre mi intuición sofocaban y como siempre sobra algo...y no queda nada bueno. Pues ella ya vendrá, pero aún no estaré preparado como antes.
... Y al final del día, solo queda suspirar.
No quiero dejar de alimentarme de mi, ni dejar que las incoherentes y bajoneadoras entonaciones se apaguen. No quiero dejar mis vicios ni perder la libertad de poner todo lo que quiera, porque me harté de las indirectas imposibles dentro de algún pedacito de anhelo desperdiciado ni tomado en cuenta por nadie.
