miércoles, 19 de septiembre de 2012

Calzada de locuras

Cada mañana al despertar, mirando la misma ventana sin esperar nada. La vida cada vez más rápida, avanzada y triste se torna. Ya me he dado cuenta la rapidez con que estos últimos años ha corrido el tiempo.   No tiene concesión, los años pasan como si allá antes fuese una caminata de tardes naranjas. Con esas sombras deslizándose en las heridas de la calle. Ya han pasado tantas nubes sobre esa ventana que quizás dan la vuelta al mundo y no me avisan.
Desgastado por la oportunidad de un cambio, tomo siempre desayuno en el mismo maldito rincón de mi fría cocina. Incoloro, insípido, comiendo regalías por la fecha. La gente pasa sin verme. Mandé a la mierda todo sabiendo que solo volverá como sea; sin querer puede que no. El sol enfría todo el lugar, encrudeciendo mis sospechas y dando flotes a la actitud que tiene el mundo conmigo.
Las veces que el día corre (Y vaya que corre) sigo callado y no pienso. Sentado sin descansar mis pies. He sido testigo de la peor de las sospechas que son de lo más cabronas, que pinta mis esperanzas saturándolas. Tanto imbécil que puede fijarse mientras yo no podría ser mejor que ellos.


Camino. Sigo en eso. Recuerdo que la primera vez que salí a caminar me sentí en medio de todos, abusado de los sonámbulos esfuerzos de humanidad de este lugar sin descubrir mis pertenencias. No soy un arte caminante, simplemente observo y le creo una minúscula membrana de vida o recuerdo polvoriento de cuando miré y recordé, o respiré y escuché voces distantes.
Mi mente es una traidora, sin poder caminar cuando voy acompañado de otros pies. Solo quería libertad, pero he vuelto.
Ahora directamente, me di cuenta de todo esto y no he hecho nada. Debería darles vergüenza a quien recuerde que acá soy yo y ahora mismo doy crédito a lo que aún me queda de Bruno; de la diferente manera en que podía creer que me muestran todos sus dotes para "alumbrarse".
Ninguna cicatriz es parte de la historia. Las calles tienen cicatrices, el pasto, la tierra, los trozos de techo que se posan en conjuntos en algún terreno baldío, inundado de licor y fornicación. Soy el más humano que está aquí, tengo los gustos más gays que ustedes, especímenes de mierda. Criticar..
Me falta esperar simplemente.
         A que venga sin mi
que quiera lo mismo pero con diferente
   bo te lla
y pase, a lo mejor conmigo solo quiera la experiencia y no parecer
    
                        una tonta frente a él. Yo soy tonto, pero no una mierda.

Es todo tan simple, todo esto es una maldita broma. No promete nada este rápido tiempo ni esta inspiradora vida. Soy parte de esta comedia? Soy quien se da a conocer los por qué de esta desquiciante manera de vivir, cuando tu pasado ahora solo da chispas de lo que hiciste y fuiste allá.
Pido perdón, a todas esas veces en que corté por lo insano e hice malabares con los recursos de mi vida; maldito circo, maldita sea, maldita resaca,
 maldito futuro,
 malditas esperanzas,
 maldito enero,
 maldito agosto,
 maldita semana,
 maldito español,
malditos estratos,
maldito ruido,
maldita injusticia, 
maldito desperdicio. Lamentable.





La mejor parte de esto es saber, sin perder mis autoesperanzas, es que sigo vivo.