sábado, 7 de abril de 2012

Sigamos el camino



Son estas múltiples opciones que abarcan las rápidas estrellas. Acompañemos a los ténues rayos de luz que pasan y se colan en las hojas, las ramas, los cartones y las risas. Pues si quieres podemos seguir caminando, disolvamos la razón entre nubes de tierra.

Podemos comer las nubes y patinar las zanjas. Pondremos nombres a los pasos y usos alternos a las ruedas, que nos movilizan inmóviles.

Vamos a contagiarnos del reflejo del sol en nuestras córneas, entre tus cabellos de emblema y tus anhelos de espuma. No dejemos nada más para nadie.

Somos como semillas de dientes de león, los océanos altos y las mareas juguetonas no nos traerán sorpresas, y nos ubicaremos en lo alto del olvido o el recuerdo para olvidar.. o recordar. Hasta que variadas veces nos fijemos en el mareo del rosa alto.

Ya se van? Increíble, creí que seguiríamos hablando y amando, ten un lindo día. El alto está enojado, o deprimido. Creamos teorías, y seamos profetas de la velocidad, del uniforme movimiento, de una perdición única y colectiva que sea absoluta en nuestro subconsciente. Contrastarán el amarillo del recuerdo que jamás existió ahora y el azul de la realidad en la cual escribo esto. Encarcelarán nuestras manos en una cárcel de cristal y en donde los pájaros serán los mensajeros, como en los tiempos antiatómicos.

Es todo un eclipse nostálgico que se lleva mis palabras y mis ojos con él. La vida se presenta como un mensaje, como un Karma; cuál cigarro es regalado o licor botado, a lo mejor se vería igual que allá, y el rosa que presencié viene de allá.

Te imaginas todo esto al lado tuyo? Solo digo, pues ya me fatigo de suponer que con ella jamás lograré ni un tercio de esta maravillosa velada visual.