lunes, 20 de octubre de 2014

Crearte masacres.

Yo no quiero hablar de misterios
de sombras adyacentes de los corazones 
ni las fábricas o los tambores, desistiendo
placentera es la condición que me otorga
los luceros de un código errante
vistiendo las sangres de mil pájaros disparados.

Yo no quiero mencionar a lo normal
puesto en cuarentena de los sentimientos,
que van, vienen, quedan, oscurecen o mausolean.
Soñar en infrarrojo, y todo lo demás queda al margen.

Yo no quiero devorar con las oleadas
dispuestas a atravesar la hora
con los vientos, y los mariscos de playa
que son el partícipe ilustre de tu próxima jugada
con las mismas palabras y el mismo orden,
con  las payasadas de mi sentir
el dolor de las vértices que atraviesan mi pupila
ángulos indigestibles
praderas demonizadas
socabón en erotismo versatil.

Yo no quiero plagar los hilares
no quiero desdeñar la fortuna que ganaste
quiero no, no quiero
yo solo quiero jovialmente
y con querer es con necesidad
lo que se gusta querer y cuando se pueda
porque somos entes destructibles y destruídos,
con venas y cartílagos, suaves y blandos.

Yo solo quiero la vida y el reloj
quiero convencer y animar a Dios
jugar con sus mismas cartas y volar el mundo
volverlo más tangible, con gentes más despiertas
y miserias mejores resolucionadas
con el suave toque de la guerra pasiva
y crearte masacres.

martes, 6 de mayo de 2014

Desde mi templo.

Ahora debo de estar soltando muchas nostalgias juntas como para volver a retomar las teclas a este blog tan propio. Un testamento de vida que al no ser diario, si es periódico, ya que mi vida sigue y no se estanca.

La naturaleza de cada especie siempre es unidireccional y propia, como su destino. Es bueno bajarse del estandarte que la humanidad nos ha cedido en el mundo y darse cuenta de lo que de verdad nos rodea, aunque sea en la comodidad de nuestros hogares artificiales, como tal.
Vamos avanzando nuestro propio camino con nuestro propio ritmo, allegándonos cada día y cada noche hacia nuestro destino, pero, cuando cruzamos caminos, cuando conectamos inconscientemente nuestras caminatas, es cuando ocurre la magia. Es cuando descubrimos nuestros hogares juntos.
A veces la humanidad que nos inculcan nuestros pares idénticos no puede ser capaz de sobrellevar tanta maravilla al toparnos. Nos impresiona, nos da impactos positivos y nos ''reduce'' a los seres lunares y solares que somos. Somos seres por artificialismo, solidarios a veces con lo que queramos solidarizar.
Y es ahí donde es más maravilloso: logramos a veces descubrir y preguntarnos nuestros destinos con otros seres, y la verdad que todos podríamos perder el camino mientras nos esbozamos para concentrarnos. Pero la vida es aún un campo de experiencia plural y contrastada, lo cual aplica mayor sabor a nuestros informes finales de ultratumba. Aprovechando nuestra naturaleza, solidarizamos sin miedo, a cambio de seguir viviendo sanamente. Y aunque llevemos a la muerte a nuestros seres, no somos quienes para saber ni menos para interrumpir el mortífero destino que esperaba su llegada; y dormimos, y no es necesario darse cuenta, porque solo queremos ayudar, no queremos desesperarnos. Ya encontramos nuestros hogares, y aunque nos larguemos, nuestro hogar está con nosotros.. siempre.

Amo vivir, la verdad me di cuenta de que no importa como pudo haber sido mi vida según algunos cambios que he experimentado, ya sea para mejor o para peor, los encantos de la vida los descubro y los impregno en mis palabras y saberes. Es tan maravilloso vivir, por su pluralidad y contraste, y por mi libertad de reaccionar como quiera en mi Hogar.

Es eso, y puede que sea más.

jueves, 23 de enero de 2014

Dedicación

Te miro, te observo y siento sin siquiera conocerte bien después de todos estos días. Las horas que siempre pasan sin advertir que ninguno de nosotros aún tiene deseos de desistir a estos deseos de volvernos uno, tal cual soñábamos.
Me transporto a tus lugares de manera súbita, sin sentido alguno. Nada de planes ni eventos fortuitos, solo estoy ahí, contigo, cuya escena solo está reflejada en nuestros esqueletos vestidos de siluetas rodeados de una oscuridad que luce ser infinita. 
Fuimos personas alegres para ese entonces, no podía creerlo, como siempre, solo podía sonreír bobamente ante cualquier halago que salía de tus sensuales y cálidos labios. Aún logro recordar, con mis grilletes y mis decisiones pasadas remojadas en más y más gente, esos ojos que daban un sepia profundo al horizonte, potenciados tiernamente con la luz solar del atardecer. No quería que me vieras, no quise verte por mucho, porque delataría mis intenciones que aún siguen vivas ilusamente aún después de todos los infiernos que visité.
Volví al sueño, volví a considerar normales las irregularidades, a que tus lugares y tu presencia sería tan hermosa como las lineas acá escritas. Es todo tan extraño. Pasé a ver tu alma y tu alma conmovió a la mía, a tal punto de robar mis horas de día en mi vida real. Porque eso eres: una fuerza tan poderosa como una muerte súbita, como un sentimiento de culpa después de una venganza redimida, como los vientos que se acumulan para desvelar mis ojos, y despertarme del eterno deseo, de la eterna espera.
Pero no es más  que eso ahora, un sueño. Tantas irregularidades que pienso; no creía lo mismo en mi dentro de aquel momento. Estaba viviendo solo para ti, solo coordinaba mis pensamientos y mi vida a tu pulso vital, a tu dinámica de persona como mi palpitar. Me descubres como alguien a quien daría su futuro y voluntad por tus sonrisas y tu atención solo a mi. Pero la única realidad hoy es la lluvia, la música de fondo y olor del café a mi lado. Suficientes para seguir de pie y vivir, queriendo volver a soñar.

Por ahora.