jueves, 21 de febrero de 2013

Habla con fantasmas.

Verde, rojo, amarillo, o el arcoíris que cambió mi papel. Cambié el destino y parábolas exquisitas y eternas de un camino empedrado y metropolitano por 350 cc de cuentos burdos y típicos.

Hay aullidos ténues aún de lo que soy y lo que quizás sea. Con menos experiencias quizás, saliendo siempre con alguien.
Estaba enardecido y enamorado de la tierra, la fastidiosa tierra que me hacía opinar con más cosas de la tierra. Era una cuerda mal puesta y sonaba tan bien, tan clara, tan profesional.
Me odiaba, mi gemelo me odiaba a morir. Y todo ¿Por qué? Porque no tenía la culpa de posicionar mi putrefacta y pecaminada existencia en el lugar más alejado y desesperante de mis inspiraciones. Las piedras, las ramas, el humo y las voces.. las voces que originaban letras. Letras que originaban pensamiento. Pensamiento que me daba a luz.
Es cierto, el alma puede prender fuego, o el corazón eterno encandecido, porque me deterioró. Con labios rotos y heridas en la boca le hablo de arte a los demás, y esas heridas me las hice yo mismo; al tener lo que a lo mejor quise.
Hay demasiadas cosas tan simples y baratas que ofrece este inmenso mundo. Cosas que se muestran a todos sin concesión. Todo el mundo las logra, es como una gran prisión, de alta seguridad, seguridad impuesta por el dinero y las cosas que debes hacer por conseguirlo y tener un grado de libertad mayor a tus deseos. Quizás, y slo quizás, yo también debí entrar, cometer el crimen de de abrir los ojos, y decir que necesito entrar a la Universidad, salir por salir y no por perder el tiempo escuchando música, descubriendo la escencia de las creaciones que vas logrando ingeniar. Entré, y salí reformado para los demás, y yo estaba acuchillandome todo el rato pidiendo alimento. Antes no era así, antes creaba un mundo en el que el atardecer duraba actualmente 18 años, en que los pasos sonaban como canciones y que los detalles eran mis extremidades tan útiles. Corté y me descuarticé solo, sin ayuda. La gente no ayuda a eso, ellos solo son creaciones propias para la autoflagelación de la memoria constante en la creatividad del ser humano capaz de captar su existencia gélida y diminuida ante los ojos de su mente.

¿O acaso estaré mal?

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