martes, 22 de enero de 2013

Burda tragicomedia, que empieza con dos locos de remate cayendo al abismo. Uno se salva, y yo sigo abajo. Él esta en la cima, él está con su piel insensible de tanto viento que le roza la cara. Digo que hay oscuridad acá abajo, con luciérnagas que mueren y piedras que mueren dos veces.

La maldición impar es la protagonista. Todo comenzó cuando empecé a sentir el regocijo de cualquier ser humano que puede notar que tiene amigos, trabajo, pareja, una mascota o dos, y mucho tiempo de ocio. Mi ser es así, con el lugar correcto, las personas correctas, y el gato correcto.
NONONO! NUNCA. 
Falta el Kurt pues. Falta el Gustavo. Falta la María y su vida novelera. Falta cambiarme juegos con el Yordan. Falta jugar una pichanguita con el Mati. Falta ser amigo de todo el colegio. Falta el desenfreno por mi sencillez y mi apariencia. Falto yo, solo yo.

Nostalgia, que tiene fecha de espiración, pero ojo: vuelve a nacer.

Fin

de parte del huevón que hace parecer mejor a los demás compinches.

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